A Federico García Lorca

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos;
el niño la miara mira;
el niño la está mirando
F.G.L

¡Ay! la luna está tocando
las castañuels del aire,
y el niño la está mirando

Flota tu triste sollozocon su polisón
de nardos;
en los llanos y jardines
como un ave sin reposo

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos;
el niño la miara mira;
el niño la está mirando

¡Ay, como toca la luna! Ay!
¡Ay, cómo lloran las flores! Ay!

Allá vienes los gitanos
con panderos de colores.

¡Ay, fuente clara del cielo! Ay! la luna está
tocando¡
Ay, pandereta de espuma!

Federico está meciendo
la un gitanito en su cuna

De "Al hilo de la palabra" (Hiperión. Col Ajonjolí)

A Rafael y María Asunción

Ayer el viento decía,
Alegre, palabras al agua.
¡Qué frescor en sus decires
Y que altos sobre los mares
Los sones de sus garganta!

Se mueve una barca
en medio del mar.
La mecen las olas
con suave compás.
Cantan las sirenas.
¡Oigo su cantar!
Rasgando la espuma
de un mar de cristal
la barca de plata
se llena de sal.

Comencemos a conversar...

* texto que figura en un libro bilingüe gallego/castellano de poesía de adultos hecho por mi hijo, Antón García Fernández.
Evocación de un niño ante el hecho poético de su padre


Aunque entonces yo no debía de tener mucho más de cinco años, me acuerdo con claridad (una claridad un tanto nebulosa, eso sí) de cómo se fue gestando este libro. Recuerdo que cierto día me di cuenta, de la manera en que un niño de cinco años se da cuenta de las cosas, de que mi padre había decidido ser escritor.
Esa idea ya había ido germinando en su mente, supongo, en las largas noches adolescentes en las que se recluía en una habitación para escuchar discos de Bob Dylan (“el viejo Bob”, como él diría, aunque Bob no era entonces tan viejo), los Beatles, los Kinks o los Rolling Stones. La misma idea tal vez lo acompañase durante las muchas horas entregadas a la lectura de Lorca o Juan Ramón, entre concentración y concentración de los varios equipos de balonmano en los que jugó como portero. Una idea que probablemente surgió, en definitiva, en tiempos más oscuros, más irreales, tiempos que todos nosotros, quienes vimos la luz del día por vez primera a principios de los ochenta, quizá nunca podremos llegar a comprender ni imaginar en toda su intensidad.
Entonces, cuando no tenía más de cinco años, yo observaba cómo él se encerraba en su biblioteca, en medio de un caos organizado de libros y discos, y pasaba horas y horas escribiendo. De aquel cuarto pequeño que olía a papel y a palabras siempre se escapaba el sonido de la música. Beethoven, Mozart, Shostakovich, Dylan, siempre Dylan. De aquel cuarto se escaparon también los versos que componen este libro. Seguramente, mi padre nos los leyó en voz alta, y después mi madre los pasó a máquina (en aquel entonces no existían los ordenadores ni los procesadores de texto), y así nació el libro. O por lo menos así es como yo lo recuerdo.
Parolando coa vixencia es, ante todo, una conversación poética. Una conversación con el pasado, con el recuerdo, con la música, con la poesía. Pero también es una búsqueda poética. Una búsqueda del pasado, del recuerdo, de la música, de la poesía. Tal vez sea también una reflexión poética. Una reflexión sobre el pasado, sobre el recuerdo, sobre la música, sobre la poesía. Versos que quiebran el silencio, que luchan por ser escuchados. Palabras escritas en voz alta, gritadas, latentes. Palabras que no quieren ser sólo tinta sobre lo blanco del papel.
Escuchemos, pues, al poeta. Escuchémoslo conversar con la vigencia.

Antón García Fernández
Nashville, Tennessee
Septiembre de 2006.

¿QUÉ OCURRE EN LA TIERRA? 這地球怎麼了?

*Con traducción al chino

No hay hojas verdes 沒有綠色的葉片
ni perlas en el mar, 大海裡沒有珍珠
arena en las playas 海灘上沒有流沙
ni olas de sal. 沒有鹽水的浪花
Ya no zumba el viento 風兒已不再吹拂
ni vuela el pardal. 麻雀亦不再飛翔
Las flores no crecen 花朵也不再綻放
ni calienta el verano. 夏日見不到艷陽
Los árboles pierden 樹木不知為什麼
las ramas sin más 失去它們的枝椏
y en los amaneceres 每一個晨曦黎明
el sol ya no está. 不見太陽的蹤影
Las nubes en el cielo 天空的停雲靄靄
no paran de hablar, 嘰喳不停地說話
y la luna en la noche 夜空裡的月兒呀
no quiere alumbrar. 也不想再照亮了
¿Qué ocurre en la tierra? 這地球怎麼了?
¿Qué ocurre, rapaz? 小男孩,究竟怎麼了?
Si son pesadillas, 如果是一場場惡夢
yo quiero despertar. 我想要喚醒它們
Traducción: Luisa Shu-Ying Chang 張淑英譯

Pemas del libro TODO ES SOÑAR

*
Mueve el viento la cuna
en el mar del silencio
y las olas, cansadas,
nunca llegan a tiempo
de cantarle una nana
a ese niño tan serio
que se duerme temblando
con el frío del miedo.
Y la cuna se mueve
¿está el niño despierto?
No, sus ojos nos dicen
que las nubes del cielo
le pintaron de cal
su carita de sueño.
Mueve el viento la cuna
en el mar del silencio.
Duerme el niño tranquilo
en la barca sin remos.

*
Yo sueño despierto
y veo en colores
sonrisas y luces,
macetas y olores.
Las fuentes me cuentan
sus desilusiones;
las aves se paran
y me hablan de amores.
Yo apago sollozos
y enciendo faroles.
Yo silbo en el aire
y canto canciones.
Y sueño despierto
y veo en colores
la lluvia que abraza
jardines y flores.

*
Sueño en blanco
Sueño en negro
Si abro un ojo
no lo cierro
No los abro
Tengo miedo
Llueve mucho
Llora el cielo
Hay tormentas
y luceros
que se pierden
por el suelo
Sueño en blanco
Sueño en negro
si abro un ojo
no lo cierro

*
Muy negros sus ojos.
Muy rojo el vestido.
La tarde en silencio
se muere de frío.

Se muere de frío.
Se muere de pena.
La tarde callada
nos canta serena.

Nos canta serena
que un día de enero
un sol muy cansado
se quitó el sombrero.

Se quitó el sombrero
sin decirle nada.
La dejó sin sueños
triste y olvidada.

Triste y olvidada
sin la luz del sol,
con los labios secos
y sin su calor.

Negros son sus ojos.
Muy rojo, el vestido.
La tarde despacio
se muere de frío.

Yo quiero reír

Yo quiero reír.
No quiero llorar.
Yo quiero sentir
el verde del mar.

El verde del mar
y el azul del cielo.
Yo quiero, yo quiero
tal vez navegar.

Sí, sí, navegar
arriba, en el cielo.
Tratar de volar
de espaldas al suelo.

Un pájaro, un pez,
yo quisiera ser
y poder cruzar las nubes y el mar

Hay una cometa

Hay una cometa
que flota en el cielo,
muy lejos del suelo
ligera y coqueta.

Hay una cometa
que imita a una nube:
ya baja, ya sube,
jamás se está quieta.

Hay una cometa
de vivos reflejos:
parecen espejos
buscando una meta.

Hay una cometa,
serpiente de espuma,
que deja a la bruma
de sueños repleta.

En un trozo de papel

En un trozo de papel
con un simple lapicero
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.

Hermosas estrellas de oro.
De plata no había ninguna.
Yo quería una escalera
para subir a la Luna.

Par a subir a la Luna
y secarle sus ojitos,
no me valen los luceros,
como humildes peldañitos.

¿Será porque son dorados
en un cielo azul añil?
Sólo sé que no me sirven
para llegar hasta allí.

Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!

En medio del puerto

En medio del puerto,
con velas y flores,
navega un velero
de muchos colores.

Diviso a una niña
sentada en la popa:
su cara es de lino,
de fresa, su boca.

Por más que la miro,
y sigo mirando,
no sé si sus ojos
son verdes o pardos.

En medio del puerto,
con velas y flores,
se aleja un velero de muchos colores.

A Federico García Lorca

La niña dice
cosas bonitas.
El muñequito
todo lo imita.

La niña dice
cosas graciosas.
El muñequito
ve mariposas

La niña dice.
La niña dice.
El muñequito
cae de narices

La niña llora.
La niña llora.
El muñequito
la deja sola

A LOS NIÑOS LES GUSTA LA POESÍA, ¿O NO?

Que la poesía tenga como finalidad, entre otras muchas, que las personas veamos la vida de distintas maneras y que esa vida la podamos vivir/sentir lo mejor posible es algo que yo tengo claro.
Que la poesía es algo útil, porque educa/afina la sensibilidad, te permite ver las cosas desde ángulos diversos, fomenta el espíritu crítico y te hace gozar con la fuerza, la magia, la picardía de las palabras, resulta tan evidente para mí que no admite ninguna duda en mis presupuestos vitales.
Y pese a todo esto es muy claro ¿Gusta la poesía a los niños?En principio, con estas afirmaciones, no tiene porqué. Se supone que lo que he dicho no entra dentro de los intereses del público infantil, ya que, así formulado, ellos no tienen consciencia de todo ello. Pero, sí, cada día, me atrevo a afirmar que a los niños les gusta, les encanta la poesía. Algunos pensarán que soy un optimista: no lo soy. Algunos pensarán que vivo en un mundo idealizado: no vivo. Algunos pensarán que parezco un ingenuo: tampoco lo soy.
A los niños les gusta la poesía si hay un mediador/a que se la acerque, que los ponga en contacto con ellos de una manera natural, desprovista de pedagogía mal entendida y al margen de la mediatización del libro de texto. Es decir, alguien, que conjugue con ellos el verbo contagiar. Alguien que no intente hacer poetas sino personas que amen la poesía (G. Janer) Porque ese "alguien" les transmitirá la belleza que se puede deslizar por un verso. Hará de la palabra poética un elemento lúdico y estético que emocione al que lo lea.
Presentará el lado lúdico de las palabras; esos juguetes que se pueden romper, cambiar, inventar, recrear...Ese alguien que hará hincapié en el lenguaje preciso y precioso de un buen poema, así como los elementos sonoros, rítmicos, lúdicos, luminosos y hasta olorosos que contienen los poemas escritos desde la autenticidad, desde el corazón (de dentro hacia fuera y de afuera hacia dentro).
Y cuando esa atmósfera se crea, el niño se pierde por los vericuetos de la creación poética, del mar de las palabras hermosas, por la trepidación de las imágenes concebidas en la belleza pero siempre con unos objetivos que no pierdan los significados que toda poesía conlleva para mí: emocionar y comunicar.
Por todo esto afirmo que al niño le gusta la poesía.
¿Y al adulto? Al adulto no tanto o no...
Problema: educación recibida por los adultos en torno a lo lírico.
Pasos para acercar de manera práctica la poesía a los niños:
Ambiente entusiasta en el medio.
Poesía popular
Poesía de aquellos escritores/as que escriben para niños.
Poesía de escritores/as que sin escribir para niños tienen poemas que los enganchan por distintas causas (Alberti, Lorca, Juan Ramón, Machado...)
Sumergirlos en la vida de aquellos poetas que les resulten atractivos.
Lectura / creación
Y todo ello tendrá salpicaduras de poemas que iré leyendo.