Comencemos a conversar...

* texto que figura en un libro bilingüe gallego/castellano de poesía de adultos hecho por mi hijo, Antón García Fernández.
Evocación de un niño ante el hecho poético de su padre


Aunque entonces yo no debía de tener mucho más de cinco años, me acuerdo con claridad (una claridad un tanto nebulosa, eso sí) de cómo se fue gestando este libro. Recuerdo que cierto día me di cuenta, de la manera en que un niño de cinco años se da cuenta de las cosas, de que mi padre había decidido ser escritor.
Esa idea ya había ido germinando en su mente, supongo, en las largas noches adolescentes en las que se recluía en una habitación para escuchar discos de Bob Dylan (“el viejo Bob”, como él diría, aunque Bob no era entonces tan viejo), los Beatles, los Kinks o los Rolling Stones. La misma idea tal vez lo acompañase durante las muchas horas entregadas a la lectura de Lorca o Juan Ramón, entre concentración y concentración de los varios equipos de balonmano en los que jugó como portero. Una idea que probablemente surgió, en definitiva, en tiempos más oscuros, más irreales, tiempos que todos nosotros, quienes vimos la luz del día por vez primera a principios de los ochenta, quizá nunca podremos llegar a comprender ni imaginar en toda su intensidad.
Entonces, cuando no tenía más de cinco años, yo observaba cómo él se encerraba en su biblioteca, en medio de un caos organizado de libros y discos, y pasaba horas y horas escribiendo. De aquel cuarto pequeño que olía a papel y a palabras siempre se escapaba el sonido de la música. Beethoven, Mozart, Shostakovich, Dylan, siempre Dylan. De aquel cuarto se escaparon también los versos que componen este libro. Seguramente, mi padre nos los leyó en voz alta, y después mi madre los pasó a máquina (en aquel entonces no existían los ordenadores ni los procesadores de texto), y así nació el libro. O por lo menos así es como yo lo recuerdo.
Parolando coa vixencia es, ante todo, una conversación poética. Una conversación con el pasado, con el recuerdo, con la música, con la poesía. Pero también es una búsqueda poética. Una búsqueda del pasado, del recuerdo, de la música, de la poesía. Tal vez sea también una reflexión poética. Una reflexión sobre el pasado, sobre el recuerdo, sobre la música, sobre la poesía. Versos que quiebran el silencio, que luchan por ser escuchados. Palabras escritas en voz alta, gritadas, latentes. Palabras que no quieren ser sólo tinta sobre lo blanco del papel.
Escuchemos, pues, al poeta. Escuchémoslo conversar con la vigencia.

Antón García Fernández
Nashville, Tennessee
Septiembre de 2006.