A Rafael y María Asunción

Ayer el viento decía,
Alegre, palabras al agua.
¡Qué frescor en sus decires
Y que altos sobre los mares
Los sones de sus garganta!

Se mueve una barca
en medio del mar.
La mecen las olas
con suave compás.
Cantan las sirenas.
¡Oigo su cantar!
Rasgando la espuma
de un mar de cristal
la barca de plata
se llena de sal.